domingo, 30 de octubre de 2011

29 de octubre.EL DESEO

Soy parte de una familia muy numerosa, eso hace que sea difícil que todos podamos encontrarnos y disfrutar de un rato juntos. Hoy hemos bautizado a uno de los nuevos miembros del clan, al hijo de mi prima, y hemos tenido la oportunidad de volver a vernos muchos de nosotros y disfrutar los unos de los otros.
He disfrutado especialmente cuando algunos primos conspirábamos juntos organizando una deseada reunión de toda la familia, o al menos, de todos los que pudieran… una prima que se incorporaba a la conversación algo más tarde, al saber de lo que hablábamos, ha comentado que siempre estamos fantaseando con lo mismo, pero nunca lo hacemos ¡y es verdad!

No puedo verme mucho con ninguno de mis primos, ni siquiera disfruto de todos los momentos que me gustaría compartir con mis propios hermanos y me imagino que a todos nos ocurre tres cuartos de lo mismo, pero, quizás sea precisamente por eso,  es una alegría tremenda el poder vernos y contarnos;   es como que no te das cuenta de las ganas que tenías de hacerlo, hasta que no estás viviendo la situación.

Enseguida ha llegado la hora de irme, porque tenía que recibir a mi otra familia, a los laicos dominicos. Con ellos, con la fraternidad seglar, empiezan a realizarse algunos proyectos y sueños que también esperábamos desde hace mucho.




Todo junto me lleva a pensar en que, aunque la vida se impone siempre con sus ocupaciones y prisas, es preciso que no dejemos de esperar y fantasear, de soñar y desear… que, lo que tiene que llegar, siempre acaba llegando. Pero, también me hace darme cuenta de que hay cosas que deseamos sin ser conscientes de ello; de que hay que pararse a identificar lo que ansía  tu corazón… porque sólo así podemos valorarlo y buscarlo activamente, deshaciéndonos de todo lo que ocupa nuestro tiempo y nos distrae de lo que de verdad es importante.


Atender al Espíritu del Señor, que en nuestro interior sabe lo que nos conviene; para abrirnos por completo al proyecto de Dios y que éste pueda hacerse realidad.

2 comentarios:

  1. Es cierto que todos queremos estar con nuestras familias más tiempo, pero por desgracia nuestras vidas, hacen que nos vayamos separando cada vez más.Lo importante es que dentro de nosotros mantengamos la ilusión, el deseo de vernos, compartir nuestras inquietudes, nuestras fantasías como bien dices, y que no perdamos jamás el concepto de la familia, que se la transmitamos a nuestros hijos, y ellos puedan seguir manteniéndola.También hay veces que las ganas siempre están, pero sabemos que la otra parte está ocupada, y no queremos molestar.Es bueno que la otra parte, lo sepa, que necesitamos de ella, y a veces, aunque sean cinco minutos al teléfono, un sms,...algo para indicar que estamos ahí SIEMPRE.TQ.Bss.

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  2. SIEMPRE Te quiero hermano de sangre, a ti y a los otros 5 y al resto tan numeroso. SIEMPRE, con o sin, alejados o achuchados, atendiendo tus palabras o en el silencio, en tensión o risas, SIEMPRE. La familia nunca falta, siempre está, como el Espíritu del Señor, que siempre está y sabe lo que nos conviene. A veces dudamos, pasan días sin vernos y se puede pensar que no, pero es SIEMPRE.

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