Bueeeeeno!!! Pues ya pasó todo, y lo cierto es que el resultado ha sido extraordinario.
Reconozco que me sentía un poco mal por haber lloriqueado tanto ante una situación que tampoco tenía nada del otro mundo; por haberle dado tanta importancia a mis sentimientos de temor y angustia cuando en el mundo hay infinidad de circunstancias peores.
Pero, por otro lado, hay un refrán que dice que "quien no llora no mama", y será que yo he "llorado" mucho, pero el caso es que, de verdad, es escalofriante lo que he vivido esta mañana en la defensa de la tesina.
No he pasado una noche malísima rota por los nervios... he dormido como un bebé y me he despertado descansado y sereno. No me he dejado atacar por los nervios y las vergüenzas que, aunque no han dejado de estar presentes, lo han hecho en un grado muchísimo menor de lo que yo me temía.
He sentido con fuerza la oración, el apoyo, la presencia y la paz de tanta familia, de tantas gentes que me han puesto en manos del padre....
El resultado ha sido excelente, estoy contento, lo están los míos.... pero sé que esa satisfacción no es exclusivamente mía.... es de todos los que me habéis aguantado y dado ánimos ante mis miedos, las dudas, mis perezas, mis debilidades....por eso esta noche quiero daros a todos las gracias ; lo hago reproduciendo la última parte de mi tesina:
Al finalizar este trabajo, con el que se completa un paso importante en mi formación académica, es de justicia y una imperiosa necesidad el expresar la gratitud a todos aquellos que me han hecho capaz y me han apoyado durante todos estos meses.
En primer lugar y ante todo, gracias siempre a Dios, el Artista Absoluto, que nos busca, se muestra, se da a conocer llenando de colores nuestra vida y nos permite sumergirnos y apasionarnos en su misterio.
Gracias a mi familia, mis padres, mis hermanos y mis cuñados, ellos desde el amor incondicional me hicieron llegar el inmenso regalo del lienzo de la fe, con ellos aprendí y aprendo a reconocer y disfrutar de los trazos de Dios; ahora no han dejado de darme el ánimo y el sostén que necesitaba para completar estas páginas.
Gracias a la Orden de predicadores: a los frailes, por ayudarme a descubrir los matices, el brillo y las formas de mi vocación y ofrecerme el pincel de la misericordia; a mis formadores, oficiales o no, que me enseñaron a controlar el pulso y a definir las líneas de mi vida religiosa; a las monjas que no han dejado de rezar y darme cariño, para que no me falte la inspiración y la perseverancia; a las religiosas, por las texturas que otorgan al conjunto, a los seglares que llenan de equilibrio la composición y a los jóvenes del MJD, por llenar mi paleta de frescura e ilusiones.
Particularmente doy las gracias a mi Provincia, con su Provincial al frente, ellos son el marco; no dejan de brindarme las formas, los materiales, y todo lo necesario para continuar ilustrando mi vocación.
También a mi comunidad de San Jacinto, que no sólo aguantan con una sonrisa mis excentricidades creativas, sino que en la fraternidad y la predicación son mis modelos cotidianos.
Gracias a Jesús Duque, mi director, hermano y amigo; porque ha encontrado tiempo donde no lo había, para acompañarme y tutelar mi mano, con estas páginas y en el día a día.
Todo mi agradecimiento también a la Facultad de Teología “San Esteban” de Salamanca, inmerecida escuela pictórica, por la cercanía y el cariño con el que me ha acogido y posibilitado en este paso.
Gracias admiradas, en definitiva, a quien con amor, fidelidad y confianza refleja la luz de Dios sobre las líneas de la vida y me contagia la pasión por seguir pintando el mundo de Evangelio.