sábado, 18 de junio de 2011

17 de junio. "FLOWER POWER"

¡¡¡Esta mañana me han llamado “flower power”!!! Resulta que iba yo en el coche con un hermano con el que, además de la vocación, comparto una gran amistad. Lo quiero muchísimo, pero a veces se pone un poco burro…iba él conduciendo y se exaltó un poquito con otro conductor que le hizo una perrería. Yo le dije que no merecía la pena enfadarse, que lo dejara estar y es entonces cuando, medio de broma y medio en serio me ha dicho: Es que tampoco se puede ir siempre por la vida de “flower power”
¡Qué coraje me ha dado! ¡flower power yo!
Poco después, ya en la comida, surgía una conversación interesante acerca de los bulos y los rumores que se levantaban sobre las personas. Decíamos que una calumnia es como un vaso de agua que, una vez derramada, ya es imposible de recoger…que ya no se puede volver atrás ni restituir nunca el daño causado.
Mi padre nos decía a los tres frailes presentes que tuviésemos cuidado, que fuésemos astutos para tratar de evitar en la mayor medida posible esos asuntos.
Yo estoy de acuerdo con él, sé que los curas estamos hoy en el punto de mira; que mucha gente da por supuesto que todos somos unos reprimidos, pervertidos, machistas, dictadores, vagos y algunas cosas más; que tenemos que ser listos y evitar ciertos comportamientos o situaciones …. Pero también debo decir que me niego a dejar que esos prejuicios sean los que dirijan mi forma de vivir y actuar; que el miedo a lo que digan o me hagan maniate mi espontaneidad y amordace mi corazón.
Se me ocurre que nosotros, los curas y los creyentes en general, tenemos que esforzarnos por vivir con transparencia, por amar todo lo mejor y más posible… y que si después eso no se quiere entender, o se malinterpreta intencionadamente, si se nos sitúa en el centro del cotilleo o la calumnia, entonces tendremos que vivirlo (nosotros y los que nos quieren) como una moderna forma de martirio, una actualización de la cruz.

Para colmo me encontraba después la primera lectura de la misa de hoy, ese San Pablo diciendo que presumía de los latigazos, de las cárceles, las persecuciones y las injurias.
Si el amar, el Evangelio, nos causa dificultades y problemas; si somos capaces de afrontar todo ello también desde el amor y la fe; si transformamos esos dolores y preocupaciones en un testimonio de entrega y confianza… entonces esos martirios pequeños o grandes se convierten en nuestras medallas, los galones de los que podremos presumir.
Y eso no tiene nada de “flower power” ¿no?... ¿o sí?....

2 comentarios:

  1. ¡Cierto! La calumnia, la difamación, la mentira..... no sólo atenta contra el sexto mandamiento, sino también a veces al quinto, porque tienen un efecto multiplicador: uno calumnia, diez lo creen, cien dudan y mil lo propagan.
    Adelante amigo!

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  2. Gracias, fray, por sus comentarios que tanto bien me hacen.

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