Y tras la fuerza de la cuaresma, la Semana Santa y la Pascua… llegó el tiempo ordinario.
Con frecuencia me ocurre –precisamente en ello estoy ahora mismo- que mantengo un ritmo y una intensidad en función de un acontecimiento importante, pero cuando éste pasa, entonces me da un bajón; como que cesa la tensión en la que he estado viviendo y llega de golpe una relajación extrema.
Puede que ese sea el peligro que nos acecha con el fin del tiempo pascual; y más este año que prácticamente coincide con la llegada del verano y las vacaciones; que nos aflojemos en la fe, que guardemos en un cajón nuestro seguimiento hasta el mes de septiembre.
Yo siempre me planteo lo mismo, que ahora es el momento de la verdad, de empezar a poner en práctica todo lo suscitado por las celebraciones pasadas… no en vano lo hemos culminado todo con la celebración de Pentecostés, algo quiere decir ¿no?
Tenía pensado confesar hoy que, en estos últimos días, todo esto se me hace muy cuesta arriba. Estoy encerrado, estudiando y preparando un acontecimiento importante. Es necesario hacerlo, pero el aislamiento, las noches en vela y los nervios están haciendo mella en mí…
Pero conforme voy escribiendo voy cayendo en la cuenta de mi error… la entrega, la resurrección, el Espíritu DEFENSOR no son experiencia para cuando todo va rodado y fácil ¡todo lo contrario! Es precisamente ahí, en la flaqueza, en la angustia, en el sentir que todo nos queda grande, es cuando se pone en juego nuestra fe, cuando nuestra experiencia en Dios brilla con fuerza.
Porque así es el “tiempo ordinario” de la mayoría de nosotros (duro, complicado, árido y estrecho…) es por lo que nuestro Dios Padre-Madre, Hijo y Espíritu no nos deja de su mano… las experiencias de los tiempos fuertes ahora nos sirven para saber que Él está aquí, impensablemente cerca, suavizando, calmando, sosteniendo, floreciendo, empapando, esperanzando, ensanchando nuestro horizonte y devolviéndonos la vida.
que creatividad y que elocuente es el dibujo lo dice todo
ResponderEliminar¡¡¡¡¡gracias Felix¡¡¡¡