1 de enero. FUMAOS

¡¡¡He empezado el 2013 a por todas!! Con muchos planes e ilusiones en mente y dispuesto a apostar por ellos hasta el final, pero hay uno en particular que, precisamente por que es el más costoso, es el que más contento me tiene: desde hoy, he dejado de fumar.

Llevo varios días diciéndoselo a todo el mundo, para irme mentalizando…y las respuestas del personal han sido de los más diversas: desde los que no sólo me apoyaron sino que se animaron a embarcarse a mi lado y compartir este combate por la libertad; hasta los que claramente niegan mi capacidad para lograrlo, pasando por los que sonreían pícaramente (“si…si… a ver cuánto duras”).

De acuerdo, es verdad que nunca he tenido una fuerza de voluntad legendaria… pero me atrevo a decir que esas dudas, que estas voces de desánimo no tienen que ver demasiado conmigo. Lo más probable es que sean el mismo conjunto de reacciones de siempre; las mismas que todo el mundo presenta ante los proyectos y esperanzas de cualquiera que se atreva a compartirlos.

Más o menos, todos en estos días, rumiamos algún deseo, un esbozo de lo que quisiéramos lograr en el año nuevo….Cada cual escoge las voces que quiere escuchar, las que va a dejar que resuenen como banda sonora de la propia aventura. Yo, sin duda, no quiero quedarme con el “es imposible, déjalo, es lo típico de estas fechas, sólo buenos propósitos; no merece la pena; no sirves, no sabes, no puedes, no vales….” No sólo porque sea una musiquilla cansina y aburrida sino porque en esta vida ya he constatado que es una letra que se equivoca.

Por descontado, para éste y todos los años de mi vida,  elijo la Palabra que no falla, la que acierta, la que se cumple siempre, la de mi Dios que, al comenzar este 2013 me dice: ¡adelante! Tú puedes, creo en ti, lo vas a conseguir, ¡yo te ayudo!