lunes, 12 de septiembre de 2011

11 de septiembre. SER O NO SER

Hoy, en varias conversaciones que he podido mantener se me confirmaba, una vez más, una de mis convicciones sobre la existencia humana, algo que ya aprendí de niño aunque tardé algunos años más en racionalizarlo: que lo más importante en esta vida es la actitud desde la que la encaramos.



Hay personas que, en medio de las dificultades y los sufrimientos más grandes, son capaces de luchar por la vida; lo afrontan todo desde la serenidad, apuestan por lo bueno que tienen y generan muchas cosas positivas a su alrededor.

Hay otros que, incluso sin nada que les afecte gravemente, parecen regodearse en las miserias (propias o de los demás), complacerse dándose lástima a sí mismos, encerrándose en la apatía de creer que lo propio es siempre mucho peor que lo del otro y dejándose morir.

En medio de la muerte yo he encontrado a personas rebosantes de vida y muchos vivos que son cadáveres andantes. La vida no es como se nos presenta, es como cada cual decide vivirla…

En unos casos, y también en los otros, está presente Dios, indudablemente. En los primeros de modo más evidente (porque esas personas, con sus vidas, hacen brillar su presencia) y en los otros quizá de una forma más discreta, tendiendo la mano, sosteniendo el sufrimiento, intentando –por todos los medios posibles- llenar de amor esas realidades, colmar de vida la vida.

2 comentarios:

  1. Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.

    Winston Churchill (1874-1965) Político británico.

    Un abrazo.

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  2. ¡Indudablemente! Dios nos regala la vida y nos hace libres. Somos cada uno de nosotros los que hemos de decidir qué postura tomar ante ese regalo.

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