“Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”
La Palabra de amor que resuena en nuestros oídos, la que
viene a decirnos que no hay nada que temer; que podemos mirar al futuro sin
ningún temor… la Palabra que rasga la más profunda de las soledades; la que nos
revela dónde está la llave que abre nuestras cadenas, el camino por el que
salir de cualquier laberinto.
El susurro constante que afianza cada paso, que nos alienta
a levantarnos de las caídas más atroces y no deja de invitarnos a saltar confiados y bailar todos los minutos.
La palabra que nos nombra y nos dice quienes somos; la que
define a la creación entera y la hace existir; la que nos muestra el idioma del
hermano y nos explica los misterios del universo.
Habitó entre nosotros la letra de las canciones más bellas,
el contenido de cada poema; el canto de mi propia hermosura y de la tuya.
La palabra que es llanto, nuevo comienzo, deseo, grito de
júbilo, ilusión, oportunidad, pregunta sin respuesta, solución y sorpresa
infinita…
Ya está aquí y ha venido para todos; sin importar la
historia que llevamos a nuestras espaldas, los errores cometidos o la condición
de cada cual; para todos sin distinción…
La Navidad es tiempo de escuchar esa Palabra… escapemos un
poco del jaleo de las calles y los comercios que nos ensordecen; miremos al
cielo que está más allá de las luces de colores…. Sigamos esa estrella que nos lleva
al silencio de la noche para poder oír con nitidez; para contemplar el misterio
de un Dios humano que naciendo entre los
hombres y mujeres nos diviniza a todos…
Me ha encantado el tono poético. ¿Todo se pega, Félix?... Me parece escuchar de fondo, de banda sonora a Jesús... De verdad que me ha gustado mucho, y también la imagen. Aunque, ya te echamos de menos, te intuímos en otros menesteres y conversaciones. Que los disfrutéis! Besos a los dos.
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