No es por tener que ver al personal vestido de mamarracho por la calle, ni porque sea una fiesta que nos están imponiendo desde fuera, ni por lo hortera que es; mi malestar se debe, sobre todo, a la forma en la que estamos renunciando a nuestra propia forma de celebrar las cosas, a lo que pertenece a nuestra cultura en favor de esta americanada que nos venden ahora por todas partes.
Mientras que Halloween nos presenta la muerte como algo terrorífico por un lado, o trivializado por otro, nuestra propia tradición me parece mucho más rica y hermosa.
Esta mañana me ha tocado ir con mi madre al cementerio y por la noche he dado un paseo con unos amigos; tremendo el contraste entre quienes visitan a sus difuntos y embellecen el cementerio y la muchedumbre pseudo-disfrazada que se paseaba medio borracha por las calles. Y no es que tenga nada en contra de la fiesta y de remojar las celebraciones, pero es que aquí ya tenemos un carnaval. ¿por qué perder lo que tenemos para adoptar algo que, si no es más pobre, al menos si resulta mucho más ajeno a´nuestra comprensión de todo?
Yo prefiero dedicar estos días –como es propio de estas tierras- recordando con cariño y respeto a los que se marcharon, el legado que nos dejaron, contemplando con seriedad el misterio de la muerte y hacerlo de la mano de la santidad; una celebración agradable y dulce (que también tenemos para eso una tremenda tradición gastronómica) que nos ayude a acercarnos a la vida y a los demás.
Definitivamente, a mí no me dicen nada en estos días ni las calabazas, ni los fantasmas ni los zombies… no me apunto al Halloween, paso de eso.
Totalmente de acuerdo Félix y además aquí tenemos una riquísima tradición histórica en la devoción a las Ánimas, en donde se puede ver un enorme cariño y respeto a las personas que hoy ya gozan felices con Dios.
ResponderEliminarEstoy plenamente de acuerdo contigo, siento que los niños están entrando en esta absurda fiesta,porque a los más pequeños le da auténtico terror.
ResponderEliminarOpino exactamente igual que tú.Gracias a Dios en el cole no se celebra, que esa es otra...hasta en los centros religiosos...No entiendo nada
ResponderEliminarUn beso
Valle
Completamente de acuerdo, Felix.
ResponderEliminarSomos unos auténticos ceporros, si se me permite la expresión. En cualquier otro país se lucha por recuperar las tradiciones y que no caigan en el olvido, por mantener una identidad cultural. En cambio, en España, adoptar costumbres y hábitos de fuera es algo moderno, cool y actual, si eres de los que celebras el día de todos los santos eres un antiguo y un aburrido.
Yo anoche salí con mis amigos, cené con ellos y cuando después se disfrazaron para salir a tomar unas copas, me largué a casa.
Será que soy un aburrido... ;)
Un abrazo!!
Juanda