domingo, 28 de agosto de 2011

27 de agosto. Y ¿POR QUÉ?

Ni yo mismo me creo lo mucho que me gusta estar con los niños, charlar con ellos, escucharlos, reírme con sus ocurrencias… me resulta muy sencillo comprender el porqué de la recomendación del Señor, lo de tratar de ser como ellos.
 Hoy en particular he disfrutado como un mono con dos hermanillos, primos míos. Dos niños muy bien educados que, además muestran una sensibilidad especial por la fe. Hay una cosa en particular que, siempre que estoy con ellos, me llega especialmente al corazón: la curiosidad.

 Hemos de ser como críos por la confianza que muestran, por la inocencia, por su frescura y falta de prejuicios, pero también por su curiosidad, que no se nos olvide. Mi primillo no deja de preguntar, de interrogarme por mil cosas: de mi vida, de la fe, de la historia, de Dios… y para mí es un placer indescriptible contarle y compartir con él lo vivido y aprendido.

 Los mayores podemos cometer el error de adormecernos en ese sentido; puede que sea porque creemos que ya lo sabemos todo, que estamos curados de espanto, o porque nos parezca que está feo reconocer ante los otros que hay cosas que desconocemos.






































 Siendo curiosos; con nosotros mismos, con el mundo, con Dios; ante las alegrías y el sinsentido del dolor... así es como aprendemos y crecemos, más aún es la forma de mantenernos vivos porque la muerte es creer que ya está todo descubierto y entendido.

 Preguntar, preguntarnos, generar preguntas a nuestro alrededor… un pilar fundamental de nuestra vida de fe. Quizás deberíamos preguntar a los críos cómo se hace y dejar que ¡ellos nos enseñen!

1 comentario:

  1. !Cuánta razón llevas!Deberíamos a veces aprender de ellos,porque a no ser que sea un "estúpido",generalmente no preguntamos,por no demostrar que no sabemos,y si no,siempre está al lado tuyo alguien que cuando preguntas algo,te dicen:!cállate,que van a pensar mal de ti!.Por eso a veces da gusto estar con personas con las que te sientes con naturalidad,siendo tú misma y aunque te digan algo o se metan contigo,sabes que es de broma,y no te sientes ridícula.!Y encimas aprendes lo que querías!Es una bendición tener personas a tu lado con las que poderte sentir a gusto y en paz.TQ.Bss

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