viernes, 31 de agosto de 2012

30 de agosto. PARA TODA LA VIDA II


Aquí va la segunda parte y final  del escrito de Vicente:

 

...Y la manera de hacerlo para mí, es la que hace casi ocho siglos comenzó Domingo de Guzmán. Es la de la centralidad de la Predicación. Llevar vida y hacer vida es contar al mundo entero que viviendo con Dios, con el tesoro del Evangelio, se vive mejor, se es más feliz, más humano, más libre, la vida se llena de sentido, es más justa y se apasiona cuando se vive tratando que el amor sea la guía de tu vida. Eso es la predicación, continuar contando la increíblemente buena noticia de Jesús de Nazaret con palabras y con obras.

            Y la Predicación con unas notas especiales... las dominicanas.

            La Predicación de la Gracia de que hay más de Dios ya actuando, ya siendo en el hombre y en el mundo de lo que a veces nos creemos, que el amor es más fuerte que el odio, que la luz es más que la condena, que el hombre es más divino que otra cosa, que podemos encontrarnos con este mundo que parece a veces superficialmente que se ha olvidado de Dios, pero que tiene más de él de lo que creemos. También es la Predicación de la Verdad, esa verdad que ensancha el corazón y la mente, que aclara e ilumina a los hombres haciéndoles mejores, más sabios, más humildes, más rectos, más humanos... lo cual significa también la profecía de la denuncia de la injusticia y la inhumanidad, y desde luego el diálogo con los que no creen o creen cosas diferentes, con este mundo que cambia y vive y crea y crece fascinante. Y es así mismo la predicación de la Compasión, de la misericordia, del perdón y la sanación que todos necesitamos, que muestra el amor de un Dios que es acogida, que es Padre y Madre, una misericordia que nace de la humildad de saberse uno mismo necesitado de perdón, y de la experiencia de ese Dios que ante todo, pese a todo, sobre todo es amor y sólo sabe dar amor.
 

            Y además con los elementos con los que Domingo estructuró esa predicación. Una vida de Comunidad, de hermanos iguales, con sus miserias y sus grandezas, con sus limitaciones y sus riquezas, que se sostienen unos a otros, que son unos para los otros signos del amor de Dios, de su perdón, su gracia y su salvación para cada uno, una comunidad que no es ni la mía, ni la tuya, ni la ideal, ni la soñada, sino una comunidad real, hecha entre todos, decidida entre todos, con sus virtudes y sus defectos, de personas elegidas por Dios para caminar tras de sí, que quiere caminar según Dios lo soñó, que quiere mostrar al mundo que se puede vivir juntos pese a las diferencias, que quiere ser el primer lugar donde experimentar lo que se predica. Una vida también de Oración, de contemplación, de relación con Dios y con los hombres desde lo más profundo, lo más hondo, lo más cercano a Dios, lo más trascendente y espiritual, mostrado en todo lo que nos rodea, una contemplación que busca el rostro de Dios, que busca experimentar su presencia, su amor, su cercanía... para dar al mundo eso que se ha contemplado. Una vida también de Estudio, de reflexión, de profundización en el mensaje de Dios y en todo lo creado, que busca conocer para contar, saber para darlo, estudiar para transformar, que es también experiencia de Dios y de su presencia, que se hace contemplación, que anhela y desea algo de la sabiduría de Dios para que la vida de uno y de los otros sea más conforme a ese sueño de plenitud que es Dios. Una vida en pobreza como desprendimiento de si, como una manera de amar, de darse, de querer que Dios sea lo único de nuestra vida, de depender de Dios, de saberse necesitado de su cuidado y protección, una pobreza que es signo en este mundo consumista y que grita que con menos se vive mejor y que así además a todos les llega. Una vida en castidad, en amor de verdad, sin dominio, sin aprovechamiento, sin búsqueda de uno mismo, amando en libertad, sin deseo de posesión. Una vida en obediencia como escucha, como disponibilidad, como humildad de saberse parte de un engranaje en el que cada pieza es única, pero que juntas son como cobran sentido, como apertura a la acción sorprendente de Dios en nuestra vida.

            Sólo puedo decir una cosa más, primero porque me he alargado muchísimo, y segundo, porque sólo una sensación, un sentimiento cubre todo lo que os he querido contar, el de la gratitud, el de la acción de gracias.  A Dios por el regalo, inmerecido, incomprensible, de este camino, el regalo de su Hijo, el regalo de Domingo de Guzmán, el regalo de la Orden de Predicadores, el regalo de la vocación a fraile dominico. La acción de gracias por todos los nombres, los rostros, los momentos que ha regalado en mi camino hasta aquí, lugares, personas, situaciones, buenas y no tan buenas, tiempos, señales... gracias por el camino, el cuidado de ternura y mimo y amor que ha tenido conmigo, el regalo de su amor mostrado y regalado en tantas y tantas personas que me han hecho ser quien soy, caminar por donde camino, siendo ellas conscientes o no, pero regalos todos del plan de plenitud de Dios para mi vida, y con la fe y la confianza de que si hasta aquí ha sido un camino fascinante, todo lo que queda por llegar será aún más increíble. Gracias. Para toda la vida, gracias.

           

           

miércoles, 29 de agosto de 2012

29 de agosto. PARA TODA LA VIDA


Durante toda esta semana, no he podido asistir a mi cita con el blog: he estado acompañando en sus ejercicios espirituales a Vicente, un joven hermano que muy pronto hará su profesión perpetua. Ha sido una experiencia preciosa el poder compartir estos días con él y el momento que está viviendo.

Vicente se ofreció a escribir algo para que  compartiésemos desde aquí  lo rezado y reflexionado juntos, así que es un lujo ofreceros esta primera entrega de lo que vive. ¡¡¡Seguro que os gusta!!!

 

¡Ay que responsabilidad!

            A uno que es lector habitual de este blog, y que sabe la de seguidores y lectores que tiene Félix, no deja de invadirle un cierto temblor al pensar en escribir aquí... esto de ser un "autor invitado" -no sé si el primero... si quitamos a su hermana, la madre de Rafa, creo que sí... ¡y eso que fui yo mismo quien le propuse esta entrada!, aunque hay que decir que al comienzo del blog anunció él que alguna vez habría firmas invitadas...- pero el caso es que es un poco arriesgado, es como usurpar a los que le leemos las reflexiones tan ricas y que tanto bien nos hacen, para ofrecer algo que seguro no será ni tan útil, ni tan vivo, ni tan real, ni tan de Dios... pero ¡quién dijo miedo!

            Porque exactamente de eso se trata. De hablar y de superar miedos. Yo también soy fraile dominico... y en estos próximos días haré mi Profesión Solemne, los votos definitivos, para el resto de mi vida. Y no se crean, que a pesar de llevar ya unos años viviendo en comunidad, viviendo los votos, siendo fraile predicador, afrontar esto de la profesión para toda la vida da vértigo... y aún sabiendo que es tu camino, el que te hace tener VIDA -con mayúsculas- y dar algo de vida a los demás, aún así, esta extraña condición humana nuestra tan fascinante y tan complicada no deja de hacer que se viva con un cierto miedo...

            Y me parece que en algún grado también es sano. No se enfrentan el saber lo que quieres hacer, con un respeto por lo que vas a hacer. Saber que las decisiones en la vida que son serias, que son reales, que son verdaderamente decisivas y trascendentes para una persona, hay que afrontarlas así, sin banalidades ni superficialidades de dejarse llevar porque toca, o por lo que te impulsa, no es algo común en nuestro mundo. Las decisiones más importantes en la vida de las personas, en esta sociedad muchas veces son tomadas muy a la ligera, sin ese punto de sano temor... y a veces por eso, quizás, no se toman siempre demasiado bien...

            Pero no sólo el temor o el miedo mandan en una decisión. Aunque tenga que estar para que sean decisiones responsables, hay otro factor sin el que las decisiones se toman igual de a la ligera, o incluso aún de peor manera si no está, y es el del amor. Las decisiones en la vida en las que te juegas la vida, aunque es verdad que son pocas, sólo pueden tomarse desde el amor, si no, sin amor, serán siempre decisiones erradas.

            El caso es que voy a hacer mi profesión solemne como fraile en la Orden de Predicadores, para toda la vida. ¿Y por qué? Pues aunque suene a topicazo, y a manido, no se me ocurre otra cosa que precisamente por amor. Pero ojo, el amor no es eso que sale en las películas románticas, no es un mundo rosa de violines y esponjitas y nubes, no es el amor algo blando, suavón, sin cuerpo, no es el flower-power de qué felices estamos... y una madre o un padre lo saben bien. El amor hace sufrir, el amor de verdad duele, el amor pasa noches en vela, el amor se sacrifica, amar de verdad es de algún modo, morirse cada día un poquito uno mismo para que el amado, la amada, lo amado, viva más y mejor... es dar la vida para que otros tengan vida. Por eso la cruz es el mayor signo de amor que se puede pensar.

            Pero ese amor que te lleva a morirte, y que duele, no es ni puede ser, si es de verdad, una amargura sin sentido de frustración. Morirse amando es morirse sonriendo. Hay un cristo que siempre me ha parecido una preciosidad que está en la Capilla del Castillo de Javier, en Navarra, que es el Cristo de la sonrisa. Amar lleva a aceptar las muertes de amor con una sonrisa, con paz, con hondura, con profundidad... con esperanza. Morirse amando, es morirse queriendo todo lo mejor para los que das la vida... y extrañamente quizás aceptándolo con paz y simpatía y plenitud, aun cuando no sepas si realmente sirve para algo... y es que el amor no es algo que sea útil, o que busque la utilidad. Porque amar es ir dando tu vida cada día para que la vida de los otros se enriquezca, mejore, sea más plena, más libre, más justa, más de verdad... incluso aunque no se logre. Y eso, en una paradoja fascinante que todo el evangelio cubre y recorre, hace que la vida del que entrega su vida gratuitamente, reverdezca, dé frutos, se llene de sentido, de vida, de pasión, de emoción, de riquezas sin cuento... aunque con realismo, sabiendo que morirse duele y hace sufrir, morir a todo lo que no deja al amor crecer libre y fuerte, matar todo lo que va contra el amor de Dios.

            Eso lo he experimentado yo, y en eso creo profundamente. Quiero esa vida que he comenzado a gustar estos años, y la quiero del todo, completa, profunda, para siempre. Por eso soy fraile dominico y por eso quiero serlo toda la vida... Pese a todas mis propias incoherencias y debilidades y limitaciones -que son muchas, muchísimas... demasiadas- , pese a la realidad de las debilidades de mis hermanos... La opción de la ilusión, de mirar cada día desde lo mejor y desde lo que puede ser en vez desde lo que no funciona y lo que va mal, mirar desde la gratuidad, desde Dios, es la opción que quiero en mi vida.            

            Caminar detrás de Jesús de Nazaret, intentar hacer vida de ese mensaje de amor, de vida, de plenitud, de agradecimiento, de servicio, es una opción de fe. No hay seguridades ninguna. No hay mas que la creencia de que quedándose al aire, al viento del Espíritu, optando por Jesús, por tratar de hacer vida de evangelio, del amor de Dios, la vida de uno tiene más sentido, se plenifica, da frutos de vida para los demás...

lunes, 20 de agosto de 2012

20 de agosto. PA QUE TE ENTERES


Cuando parece que todo va rodado, que casi puedes empezar a vivir con el piloto automático…; en el momento en que te van engullendo las ocupaciones y las inquietudes cotidianas… Dios se ocupa de enviarte su invitación a que te pares y saborees lo que tienes, lo que eres ¡la propia existencia!.

Algo así me está ocurriendo a mí últimamente; en medio de este tórrido verano sin vacaciones,  en el que puedes llegar a vivir esperando que pasen los días sin más y que vuelva la normalidad de septiembre;  una serie de circunstancias me han hecho pensar; me han ofrecido una nueva perspectiva de las cosas… una que siempre ha estado ahí, para mí y para todos, pero que generalmente ignoramos o preferimos no tener en cuenta; esa de la que hablamos con frecuencia pero en la que rara vez nos atrevemos a profundizar: lo pasajero de la vida; la velocidad con la que pasa el tiempo; nuestra propia fragilidad y brevedad…

Si te paras a reflexionarlo, enseguida te asalta una de las ideas más populares de nuestro tiempo: el CARPE DIEM, el aprovechar el momento, el saborear y disfrutarlo todo antes de que sea tarde… pero de lo que yo me he dado cuenta es de que eso es imposible…



Son tantas las bendiciones que Dios nos ha regalado, tanta hermosura la que nos rodea; la familia, los amigos, los hermanos, la naturaleza, la vocación, el arte,  la misión, el ser humano…; que por mucho que lo intentáramos, jamás podríamos decir que lo hemos disfrutado todo al máximo. Y eso es así, siempre, por muy mal que creamos que podemos estar y por oscuro que nos parezca el horizonte; lo que Dios pone a nuestros pies sobrepasa con mucho a los problemas y dificultades…aunque en esos momentos no podamos darnos cuenta.

Además, siempre habrá nuevos sueños que sustituyan a los que se han logrado; nuevas caras que se te agarren al corazón; posibilidades, proyectos; descubrimientos internos… un incesante bombardeo de regalos preciosos que Dios no se cansa de mandarnos.

Tampoco es sencillo priorizar o jerarquizar ante ese derroche de amor divino; elegir con lo que te quedas o por lo que lo apuestas todo.

Y cuando caes en la cuenta de todo esto, a mí lo único que se me ocurre es que quiero continuar dejando que Él me guie; crecer en docilidad y dejarme hacer: Lo que Tú quieras, como quieras y hasta cuando quieras.

sábado, 18 de agosto de 2012

17 de agosto. JACINTO


Hoy hemos celebrado la fiesta  de San Jacinto, el día de mi parroquia… ha sido una jornada extraña en la que me he detenido a pensar en muchas cosas que, cotidianamente se me pasan desapercibidas.

Aunque estamos en pleno mes de agosto y casi todo el mundo está fuera, de vacaciones, he disfrutado saboreando la belleza de esta gran familia que somos en la parroquia y necesito dar las gracias.



Cuando, al terminar mi periodo de formación, me enviaron aquí, yo no era consciente de la maravillosa y mágica forma en la que Dios estaba interviniendo en mi vida. Hoy sé que no podía haber existido un lugar mejor donde poder vivir estos primeros años de sacerdocio.

Esta veterana comunidad, con su personalidad propia y bien definida, lleva muchísimos años compartiendo camino con nosotros, los frailes dominicos: se han dejado acompañar por un montón de mis hermanos y, estoy seguro de que al mismo tiempo, los frailes que han ido pasando por aquí también  han sido asistidos por ellos.

Conmigo no ha sido diferente, desde el principio me acogieron con una fraternidad abrumadora; aún me emociono al pensar en la forma en la que todos se volcaron con mi ordenación… después me han ido enseñando, siendo ejemplo para mí; cubriéndome con paciencia en mis errores; dándome la seguridad que tanto me falta; regalándome con un cariño y un apoyo del todo  inmerecidos.

Verdaderamente, no pude aterrizar en un lugar mejor que en esta casa y con esta familia. El nombre de mi gran hermano, San Jacinto de Polonia, para un servidor ya siempre estará adornado por mil rostros; por los nombres de los mayores, los matrimonios, los jóvenes, los niños… por la sonrisa entrañable de todos aquellos con los que empecé a aprender lo que era ser predicador.

Porque esa predicación sólo es verdad cuando brota del amor.

A TODA MI FAMILIA DE SAN JACINTO ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!

miércoles, 15 de agosto de 2012

15 de agosto. TATUAJE ETERNO DE AMOR


Mi hermana me ha hecho llegar unas letras acerca de la entrada que el otro día dediqué al nacimiento de su hijo… No sé si será pasión de hermano, pero hoy, día de la Asunción de María, he pensado que no podía compartir aquí nada mejor que las palabras de una madre… espero que os gusten tanto como a mí:




“Pues sí MEDICINA DE DIOS ES Y SERÁ MI NIÑO



Dos grandes sabios que me han enseñado grandes lecciones de la vida (mis papis) dicen que nunca D nos pone delante nada que no seamos capaces de superar… y así ha sido una vez más: esperando celebrar la llegada de lo más deseado por nosotros, nuestro pitufo, un cúmulo de situaciones indeseadas por todos (incluso por los que la provocaron) han impregnado estos días de un dolor inesperado y poco acorde a la felicidad que ha generado la llegada de RAFA a nuestra vida. Una vez más la hemos abordado con mucha FE y AMOR; ese amor no sólo ha venido de mi amado acompañante de camino, esposo y amigo Rafa, sino una vez más de la FAMILIA Y AMIGOS. Pero ha habido algo especial en esta ocasión y es que, por primera vez, lo hemos enfrentado juntas ambas familias, como una sola. La familia de mi marido y la mía son excepcionales y, una vez más, han vibrado de amor y lo han esparcido en nuestro día a día. Ellos han sido los mejores enfermeros, los mejores niñeros, los mejores “limpiacacas”, los mejores acompañantes, los mejores médicos, los mejores antibióticos, la mejor medicina…

Pero si hay algo que haya hecho más liviana esta última lucha ante el dolor, ha sido la medicina que D nos tenía preparada, esa medicina que nos iba a permitir superar todo esto con la mejor cara y llenos de fuerza… Esa carita de mi niño, nuestro hijo Rafa.

Podría escribir blogs enteros sobre él, pero no es plan…. Sólo dar GRACIAS a D por habernos dado la oportunidad de ser PADRES, con todo lo que ello genera en nuestro interior. Es algo incomparable, irrepetible, inimaginable, …es un acto de AMOR que te deja impregnada la piel y el alma de por vida. YA ningún día, ni ningún segundo, es igual a otro cuando está él en nuestros brazos; ya todo gira a su alrededor; ya sientes el regalo de cuando tus padres te llaman HIJO, ya nada es como antes… todo es fácil si miras sus ojos, todo es nuevo si exploras su cuerpo, todo es fe si tocas su fragilidad, todo tu interior se abre cuando le ofreces tu pecho, todo tu mundo se llena cuando te ofrece su sonrisa, toda tu seguridad se refuerza cuando agarra tu dedito,  todo es un milagro cuando oyes su respiración, todo es un misterio cuando ves su perfección, todo mi niño TRASPIRA AMOR, transpira vida, huele a DIOS.

Lo que ha generado desagradable este parto en mí es sólo físico, una lágrima, un dolor, una horrible cicatriz, un órgano estropeadillo, incapacidad, … pero lo que me ha ofrecido este parto de gratificante se me quedará marcado en el corazón para toda la vida: la cara de mi niño al salir a mi lado; sus ojos ansiosos por vivir; su piel caliente todavía del amor de D; el aliento de mi marido sobre mi piel en todo momento, inseparable e indestructible; el cariño de nuestros padres, hermanos, cuñados, sobrinos, hermana postiza, ahjadaa, tíos y primos…todos incansables y siempre cerca;  el recobrar otra oportunidad para valorar la vida y lo que tenemos y cómo lo vivimos; el recordar a todos aquellos que sufren desde años su enfermedad y su incapacidad y valorar su afán de superación tras tantos años; el ver cómo la convaleciente se cura por necesidad de curar a los demás; la llegada de Conchi de nuevo a la familia y ver cómo sus ojos ante su hermano pueden contra todo y son capaces de todo; tantas caras amigas sobre el teléfono o en forma de visitas que transmiten su apoyo y ánimo, …ESTO ES LO Q REALMENTE ME HA TRÁÍDO este parto… todo ha sido AMOR DEL BUENO” lo demás sólo está ya en la piel… esto está impregnando el corazón de Rafa, miniRafa y el mío. OS QUEREMOS GRACIAS.

martes, 14 de agosto de 2012

14 de agosto. MARÍA DEL MUNDO AL REVÉS


Estamos a punto de comenzar la fiesta de la Asunción de María, por todas partes se multiplican las fiestas con las que   los pueblos y ciudades expresan su devoción a la Madre de Dios.

Un hermano mío es el rector de una famosa basílica y con motivo de estas fiestas ha hecho algunas intervenciones acertadísimas de las que hoy quisiera hacerme eco.

Este fraile recordaba que no podemos desligar nuestra fe de la realidad que nos ha tocado vivir; un contexto que hoy, a consecuencia de la crisis económica,  se ha vuelto muy duro para gran cantidad de familias y que, por tanto, la mejor ofrenda que se  puede presentar no son las flores, ni los bordados ni las joyas…sino la solidaridad entre los hermanos. Que la figura de María de Nazaret se adorna mucho mejor con un kilo de comida que se da  a los que lo necesitan que con el más bello ramo que podamos imaginar.

Yo acabo de subir del despacho de caritas, aún estoy con el nudo en la garganta por las situaciones  que se nos presentan; por no poder hacer todo lo que nos gustaría… y me siento muy orgulloso de la valentía de mi hermano.

Porque, aunque parezca mentira, aún hay muchos espacios y personas que todavía no se han enterado de esta gran verdad; ámbitos que no pueden o no quieren entender una fe que prescinda de labrados, terciopelos y oros y que hasta llegan a ofenderse cuando uno dice este tipo de cosas.




Y María no es una señora cubierta de riquezas, con coronas y pendientes de brillantes… es la mujer del Magnificat, la que apuesta por los pobres y los pequeños con el mismo descaro con el que lo hace el mismo Dios, la figura de una Iglesia que no descansa mientras exista un hermano que sufre o pasa necesidad… por eso también es madre de esperanza… porque su vida y su ejemplo en el seguimiento de su hijo Jesús nos demuestran que en el amor, en su amor, nada está perdido.

Todo problema, todo sufrimiento, toda oscuridad se vence si nos agarramos a ese amor; si lo vivimos y mostramos a los que tenemos alrededor; si nos permitimos arriesgarnos a aceptarlo.

Si queremos honrar a nuestra Madre, sabemos bien lo que más contenta le pondrá….

jueves, 9 de agosto de 2012

9 de agosto. ANIÑARSE


Esta mañana estaba estudiando con un joven amigo; él se preparaba un examen de filosofía para septiembre y yo estaba dándole un empujón a mi tesis.

Solemos hacerlo todos los días durante estas vacaciones, pero hoy lo he disfrutado de una manera especial: él iba leyendo, subrayando, me consultaba lo que no entendía y yo se lo explicaba. Ha sido extraordinario ver como cada tema que iba comprendiendo y asimilando, a su vez le iba despertando en su interior nuevas preguntas; se le iban abriendo nuevos horizontes en su mente…

Y lo mismo me iba ocurriendo a mí conforme me sumergía en mis escritos y en los libros que he ido recopilando.

Al terminar, mi compañero de trabajo me comentaba que a él también le había gustado mucho la mañana y yo me quedaba con la satisfacción de pensar que ese amigo, probablemente, estaba descubriendo lo que de verdad es el estudio al estilo dominicano.

Ese estudio que cuesta, que es una forma de ascetismo, con el que siempre da pereza arrancar; pero que –orientado a Dios- enseguida te atrapa y te transforma. No consiste en saber mucho ni en ser una rata de biblioteca sino en llenarte de curiosidad, en descubrirse en la necesidad de aprender, en plantearte cuestiones y buscar respuestas.

Por la tarde, una madre traía a su hijita a ver la Iglesia y yo las he acompañado. Cuando veía a esa niña con los ojos tan abiertos, mirándolo todo; sorprendiéndose; preguntando todo el rato… comprendía que el verdadero estudio también nos ayuda precisamente a eso… a ser como esos niños del evangelio que buscan a Jesús; esos pequeños con los que a Él le gusta estar.

miércoles, 8 de agosto de 2012

8 de agosto. AMANDO DEL NEGRO AL BLANCO


Día grande para los dominicos y dominicas, festejamos a Nuestro Padre Sto. Domingo. ¡Cómo disfruto cada año de esta fiesta! Todos los miembros de la Familia Dominicana nos hacemos presentes de una forma especial en la vida de los otros, intercambio mensajes y felicitaciones con todos los rincones del mundo… celebramos nuestra propia identidad: la propia historia, nuestro legado, el presente y el futuro común.



Para colmo, también nos reunimos con las monjas y celebramos la vida sentados en una misma mesa… siempre pasamos un rato entrañable y de inmensa alegría todos juntos.

Confieso que, cuando se hace patente nuestra fraternidad; al repasar los rostros de tantos hombres y mujeres con los que se me ha permitido compartirlo todo… me acabo emocionando…




Me siento muy orgulloso por poder llamarme hermano de la religiosa que vive entregada al cuidado de los enfermos en un olvidado rincón de África; del joven laico que ofrece cada día  toda su ilusión y vitalidad a la predicación; de la religiosa que camina amenaza de muerte por defender al pobre; del anciano fraile que no ha perdido el entusiasmo y, a pesar de todas las limitaciones de la edad, continúa estudiando y trabajando incansable para llevar la luz del Evangelio a las gentes; de la monja  que es hogar y oración que nos sostiene a todos los demás… sobrecogido por haber recibido de ellos la misericordia de Dios y el honor de “ser” con ellos; de poder tomar parte en la conformación del multiforme rostro que hoy tiene Domingo.

¿Cómo no ser feliz así? ¿qué dificultad o dolor puede apagar esa alegría? ¿quién va a querer escapar de esa llama que te quema , que incendia al mundo entero? Ante semejante gracia; frente a un regalo tan inmerecido…. A uno sólo le queda seguir adelante; continuar recorriendo esos caminos del amor, apasionándose cada vez más con el ser humano… soñando y dando vida a esta aventura que comenzó hace casi 800 años.…

¡¡Felicidades siempre!!

7 de agosto. ENSOÑADOS


Mientras el párroco está fuera, le toca a un servidor atender el despacho parroquial. Esta tarde he estado en ello precisamente y confieso que, aunque sé solucionar los asuntos más corrientes, aún estoy muy verde en los temas más complejos… ¡todos los años me encuentro con algún lío que no sé muy bien cómo afrontar! Jejeje, pero me gusta, porque me ofrece la posibilidad de hablar y compartir con mucha gente.

Hablando de compartir, hoy he pasado bastante rato hablando con un joven que se sentía algo desanimado. Es un hombre entusiasta y comprometido, que ha apostado fuertemente por el Evangelio, ofreciendo su tiempo y su trabajo.

Pero se estaba dando de frente con la miseria de las personas y las instituciones y sentía deseos de abandonarlo todo.

A mi la historia me resultaba muy familiar y he tratado de animarle para que no pierda la esperanza… estoy convencido de que, cuando uno se esfuerza y se entrega a un sueño o a una causa, si esta es de Dios, nunca se trabaja inútilmente; aunque parezca que nos cansamos en vano.

Le decía que lo llamativo, lo que conocemos y admiramos son los cambios, los pasos que se dan, los avances, los muros que caen…. Pero que ninguna de esas cosas serían  posibles sin que, previamente, muchos hombres y mujeres anónimos se hayan dejado la vida –de forma aparentemente inservible-  llamando, dándose golpes y empujando contra esas murallas, las puertas que se cierran y lo que supuestamente es inamovible.

Puede que nosotros no lleguemos nunca a conocer las repercusiones de nuestros afanes y que jamás nos los reconozcan (tampoco lo hacemos para eso); pero lo que sí es seguro es que, con Dios a nuestro lado, nuestra dedicación siempre dará fruto.




No podemos perder la esperanza jamás, no podemos dejar de soñar ni luchar. Y me gusta proclamarlo especialmente hoy, cuando pasan las doce y ya es el día de Santo Domingo; quienes, muchos siglos después, seguimos haciendo nuestro su sueño y asumiendo el trabajo de la predicación ¡estamos de fiesta!.

martes, 7 de agosto de 2012

6 de agosto. NO LO LLAMES "X"


Es evidente que hoy hay muchas palabras que, de tanto usarlas –o mejor dicho, por mal usarlas- han acabado perdiendo su sentido original.  Resulta, además, que la mayoría de esas palabras son precisamente las más bonitas e importantes de la vida: amor, amistad, familia, verdad, fe…

Como, a pesar de que se hayan desvirtuado,  no podemos vivir sin ellas; la mayor parte de las veces acabamos sustituyéndolas por otras pero que ya no quieren decir lo mismo.

El caso más grave es cuando nos referimos a otras personas, a gente que queremos, y ya no nos atrevemos a dirigirnos a ellas según lo que son para nosotros: madre, marido, amigo, hijo…

Sin embargo, hay un fraile mayor en mi comunidad al que, cuando se encuentra conmigo, le gusta llamarme “hermano” y, confieso que a mí me encanta. Tanto me gusta que yo mismo he empezado a referirme a mis hermanos de comunidad como lo que son: MIS HERMANOS.

Sé que no es únicamente una cuestión de palabras, pero lo cierto es que, simplemente al llamarlos así, ya siento la fraternidad con mayor intensidad. Porque esas palabras no son sólo la forma en que nos expresamos sino también la herramienta con la que pensamos y racionalizamos lo que sentimos y vivimos.


Hoy, día de la transfiguración, celebramos que Cristo nos muestra por completo quien es en su divinidad y con toda su humanidad; una fiesta que nos invita a ver más allá; a advertir a Dios presente a nuestro alrededor, en los demás y en nosotros mismos.

Si deseamos aceptar esta propuesta, a lo mejor sería un buen comienzo la recuperación de esas palabras importantes; el poder ver a los otros no como gente o “fulanito de tal” sino como mi amigo, mi compañero, mi esposa, mi vecino, mi hijo… MIS HERMANOS, LOS HIJOS DE DIOS.


lunes, 6 de agosto de 2012

5 de agosto. VIDA HECHA PAN


La vida  de un sacerdote está plagada de satisfacciones, tantas como jamás pude imaginar…pero es obvio que también son muchas las dificultades con las que uno se tropieza.

Seguramente, la mayoría de la gente pensará que, de esas complicaciones, las más grandes proceden de nuestros votos; o de las situaciones de dolor que se te suelen presentar… pero en mi caso no es así; a mí lo que se me hace más difícil es otra cosa.

Este curso he estado sufriendo mucho con uno de los muchos grupos a los que acompaño: han tenido muchos enfrentamientos y divisiones; se han escindido en dos facciones, ambas igual de responsables, las dos se han dejado llevar por el orgullo y no han dejado de presentar problemas y de hacerse daño. Yo he tratado de mediar, de que dialoguen, piensen con humildad y perdonen… pero me temo que no ha servido de nada.

Este tipo de situaciones (cuando gentes que han tomado una opción por el Evangelio, que tienen experiencia de Dios; se comportan de forma tan alejada de lo que creen… cuando la soberbia, las visiones egocéntricas y la incapacidad de hablar parecen ser las más fuertes, las que se llevan el gato al agua… ) son las que me cuestan más. Supongo que ese es el auténtico “escándalo”… me hace dudar; me surgen preguntas sobre si merece la pena lo que vivo y me asalta la tentación de tirar la toalla y pasar de todo…

Sé que es inevitable que surjan conflictos entre las personas, yo mismo he tenido que afrontar infinidad de ellos. Pero sé también que hay formas de solucionarlo; de trabajarse a uno mismo para resolverlo todo de una forma adulta y coherente con nuestra fe.

Hoy, las lecturas de la eucaristía me han hecho pensar en todo esto; en la nueva existencia que Dios nos ofrece; en el alimentarnos auténticamente con el pan de vida; en el dejarnos renovar y abandonar la vieja forma de ser… una oferta que no deja nunca de estar ahí; un banquete  de plenitud y felicidad  al que estamos invitados; que espera ansiosamente  que dejemos de conformarnos con unas pobres migajas  y lo  aceptemos de una vez y para siempre DE VERDAD.

domingo, 5 de agosto de 2012

4 de agosto. LOS ÁNGELES OCULTOS


Aún no me puedo creer la serenidad y la paz que mi sobrinillo recién nacido me transmite con sólo una mirada, cuando lo tengo en brazos… la forma en que hace latir mi corazón…

De la misma forma en que uno se siente vivo cuando encuentra una mano amiga; a alguien que te dice que cree en ti y te ayuda, apuesta por tu causa; también están quienes te entusiasman y te devuelven la pasión y la alegría de la juventud; los que te remueven por dentro desde sus necesidades y miserias…

Con lo vivido hoy, he vuelto a recordar esa frase de mi superior que ya otras veces he citado aquí: “todo el mundo es un ángel si tiene alguien que se lo diga”

Con el discurrir de las horas, me he ido encontrando con un montón de pequeños ángeles; gentes que son el reflejo de un amor; el rostro y la caricia de Dios en esta tierra. Unos eran chiquitines con pañales; también los había un poquito más mayores, con los ojos vivos y chispeantes; otros respondían a un estilo más renacentista, jóvenes y hermosos e incluso los he visto más maduros y rebosantes de autoridad…  estaban por todas partes, incluso en medio del desierto en el que la ciudad parece convertirse los fines de semana de agosto… sólo he tenido que estar un poco atento para poder identificarlos.

Sin embargo, en medio de esa legión celestial, también abundan aquellos que se encuentran solos; los que –aunque se encuentren rodeados- no saben o no pueden identificar todas esas presencias que Dios pone en nuestro caminar cotidiano… tampoco son conscientes de su propia identidad angelical y lo que es peor, aún no han descubierto que hay una sola solución para los dos problemas: hacer que los demás se sientan vivos, ser un ángel, es la mejor forma de saborear al máximo  la propia vida.

jueves, 2 de agosto de 2012

1 de agosto. SIENA SIEMPRE


El otro día comentaba que acabo de volver de un campo de trabajo que se suele organizar todos los veranos desde hace 18 años.

Hace todo ese tiempo que yo tuve por primera vez esa experiencia: se realizan diferentes voluntariados por las mañanas, las tardes se dedican a la reflexión, tenemos varias celebraciones… durante quince días vivimos en un ambiente comunitario, de oración, estudio y cercanía con el dolor de los hermanos; haciendo de todo ello una alegre predicación del Evangelio.

Allí me enamoré de lo dominicano, descubrí mi vocación y clarifiqué que quería que mi vida entera fuese como aquello…

Esta vez ha sido la última, no sin dolor, he pensado que ya es hora de quitarse del medio y dejar que otros tomen el relevo. Sin embargo, junto a todos los recuerdos y sentimientos acumulados, a pesar de todo lo que me ha pasado en tanto tiempo; he constatado que aquella pasión que encontré siendo mucho más joven, seguía siendo totalmente nueva: me he vuelto a enamorar de esos jóvenes alucinantes; de sus ganas; de sus sueños y capacidades; de la sencillez, la alegría y el humor; he vuelto a ver los ojos de Jesús en otros ojos, en el rostro del sufrimiento y la soledad;  me he dejado arrebatar el corazón una vez más y, con todos ellos, he vibrado al son del Reino.

Ahora, cada uno sigue con su vida, con sus proyectos… no sé que pasará el día de mañana, ni qué decisiones tomarán o lo que harán con su existencia; ya deben ser cientos los jóvenes que han pasado por allí y que hoy son adultos con las vidas hechas por otros cientos de caminos distintos… pero confío en que esos días juntos no habrán sido en balde, porque –aunque sólo sea un poquito- han visto la luz de Dios y eso no se olvida nunca.

Yo vuelvo a casa tan emocionado como ellos, puede que más… porque cuento con una ventaja… sé que eso no es una burbuja; que, a pesar de todas nuestras incoherencias y flaquezas, el Evangelio puede ser vivido diariamente… siempre habrá hermanos, nunca nos faltará nuestro Señor… ni su mano tendida desde un rostro angustiado.





miércoles, 1 de agosto de 2012

31 de julio. RAFAEL


No sé a quien se parece mi primer sobrino, Rafael…. Según como lo mires tiene la cara de su padre y, desde otros ángulos, es clavadito a mi hermana cuando nació.

Ha venido al mundo de una forma complicada, su nacimiento trajo algún problemilla a su madre, que tuvo que permanecer más tiempo de la cuenta ingresada y muy fastidiadilla; pero el nació muy despierto, nunca se me olvidarán aquellos ojazos, abiertos de par en par que, nada más salir del paritorio, parecían querer  absorber el universo entero y que, inmediatamente nos cautivaron a todos para siempre.

Cuando lo tengo en brazos  parece que el mundo se para a mi alrededor y que, entre nuestras miradas fluye una inmensa corriente de amor y serenidad; revivo de forma irremediable mi niñez, aquél tiempo en el que,  con tan solo cuatro añitos, me llenaba de asombro y quedaba maravillado y embobado ante unos ojos idénticos, los de su madre recién nacida…

Una madre que lo ha pasado muy mal, sí, como mal lo ha pasado mi cuñado; pero ninguno de los dos duda ni un instante en decir que “todo compensa, que todo ha merecido la pena” y es que el dolor puede vencerse, se puede quedar en una insignificancia cuando aprendemos a llenarlo de amor y sentido; cuando sabemos convertirlo en vida y posibilidades.
Mi sobrino se llama Rafael, que quiere decir “medicina de Dios”.