viernes, 2 de septiembre de 2011

1 septiembre. LA MAGIA DE LA VIDA

Hoy se me ha hecho muy tarde, las horas se me han pasado volando porque he estado compartiendo y disfrutando del rato con uno de mis mejores amigos.
Él ha sido padre hace poco y los dos rondamos los cuarenta, así que nos encanta hablar de lo vivido juntos, de los errores que hemos cometido, de lo mucho que aprendemos,   del futuro, de toda la existencia, con toda su maravilla  y misterio.

En cada eucaristía, antes de que nos acerquemos a partir y comprometer nuestras vidas, los unos con los otros. Yo suelo decir que el señor Jesús nos enseñó a pedirle a Dios lo único que de verdad necesitamos para ser felices: la fraternidad.

Por eso el Padre Nuestro es una oración que está en plural, no decimos padre mío o tuyo…NUESTRO, Padre del “nosotros”, de cada uno en su individualidad y diferencia, sí, pero Padre y Madre de todos en unidad.




Ese es el corazón de nuestra plegaria, la unión en la caridad. Cuando amamos santificamos el nombre de ese Dios del cielo y de la tierra; amando hacemos presente su reino, su voluntad de plenitud y humanidad se hace real aquí y ahora.

Desde la fraternidad pedimos sólo el pan de cada día, sin querer acumular ni guardar para el mañana “por si acaso”…porque eso siempre conlleva el que alguien se quede sin comer.

Únicamente amando podemos dar a otros la misericordia y el perdón que continuamente recibimos de nuestro Dios… sólo el amor puede mantenernos alejados de todo lo que nos arruina y empequeñece.

Cuando rezamos el Padre Nuestro, le pedimos al Señor que nos enseñe a amar cada día más y mejor, a darnos, a servir… a entregarle la vida a los hermanos. Lo pedimos y, claro está, nos comprometemos a trabajarnos a nosotros mismos para poder hacerlo.

El rato de esta noche, con mi viejo amigo, me demuestra, una vez más, que es verdad… que, como nos enseñó el Maestro –y después repitieron los Beatles- todo lo que necesitamos es amor; amar cada día más y mejor.

Para terminar por hoy, os comparto una vieja canción:

2 comentarios:

  1. Siempre ha sido y será un placer, compartir una noche de verano con un amigo y hablar (y polemizar ;-) ) sobre los temas importantes de la vida que, con el quehacer diario, suelen quedar en un segundo plano.

    Un amigo agradecido.

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  2. ¡Increíble lo que consigue el amor! Si nos amáramos los unos a los otros como Dios nos ama no haría falta nada más. La canción preciosa. Me quedo con la frase: "Solo el amor consigue encender lo muerto" MC

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