miércoles, 14 de septiembre de 2011

13 de septiembre. ¡¿QUIÉN ES?!

Puede que la culpa sea de esta desbordada imaginación mía que Dios me ha dado, pero en cuanto me siento a pensar, no se me dejan de ocurrir posibilidades, cosas que se podrían hacer… tantas que tengo que acabar estableciendo unas prioridades para que ¡no me explote el reloj!

Sé que eso ya escribí  en otra ocasión, pero… ¿Seré yo o será el Espíritu? que como el viento suave trae a mis oídos el clamor de los hermanos, sus necesidades y esperanzas (que son las mías); que, como el fuego, hace que la Palabra arda en mi corazón, pidiendo ser vivida y anunciada; que, como una paloma, vuela hacia delante, inventando nuevos caminos, descubriendo sendas inexploradas, alcanzando todas las fronteras…

¿Seré yo? ¿Será Él? ¿Seremos los dos, juntos?...





Cuando comencé a acercarme a la Orden, me entusiasmaba un texto sobre santo Domingo, que decía que él era un hombre de horizontes infinitos; que ya desde niño se embobaba mirando las amplias llanuras castellanas, preguntándose ¿qué habrá más allá?

Ahora comprendo de una forma nueva esa expresión de los “horizontes infinitos”, además de inquietud y curiosidad; suponen un dejar que el Espíritu de Dios, que el amor, esté continuamente empujándote, moviéndose dentro de ti, abriendo campos y conduciéndote mucho más lejos de donde jamás soñaste llegar.

Siempre acostumbramos a pedirle a Dios todo lo que nos hace falta, a confiar en Él, y eso está muy bien claro, pero ¿con qué frecuencia nos detenemos para preguntarle qué es lo que Él necesita, qué me pide a mí?

Estoy seguro de que todos nosotros, si nos paramos un momento… si hacemos silencio en el entorno, podremos oír el aleteo… ese Espíritu loco y amante que, si lo dejas actuar hará que la vida entre y salga a raudales por cada uno de los poros de tu ser.

1 comentario:

  1. Y a veces te da un alazo de aúpa y tú que no te lo esperas Le preguntas... ¿pero realmente yo puedo?¡No lo dudes, si te da con Su ala, es porque sabe que puedes; así que déjate llevar que no digo que "de rositas", sin sufrimientos y contrariedades, pero...llegarás a buen puerto.

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