miércoles, 1 de agosto de 2012

31 de julio. RAFAEL


No sé a quien se parece mi primer sobrino, Rafael…. Según como lo mires tiene la cara de su padre y, desde otros ángulos, es clavadito a mi hermana cuando nació.

Ha venido al mundo de una forma complicada, su nacimiento trajo algún problemilla a su madre, que tuvo que permanecer más tiempo de la cuenta ingresada y muy fastidiadilla; pero el nació muy despierto, nunca se me olvidarán aquellos ojazos, abiertos de par en par que, nada más salir del paritorio, parecían querer  absorber el universo entero y que, inmediatamente nos cautivaron a todos para siempre.

Cuando lo tengo en brazos  parece que el mundo se para a mi alrededor y que, entre nuestras miradas fluye una inmensa corriente de amor y serenidad; revivo de forma irremediable mi niñez, aquél tiempo en el que,  con tan solo cuatro añitos, me llenaba de asombro y quedaba maravillado y embobado ante unos ojos idénticos, los de su madre recién nacida…

Una madre que lo ha pasado muy mal, sí, como mal lo ha pasado mi cuñado; pero ninguno de los dos duda ni un instante en decir que “todo compensa, que todo ha merecido la pena” y es que el dolor puede vencerse, se puede quedar en una insignificancia cuando aprendemos a llenarlo de amor y sentido; cuando sabemos convertirlo en vida y posibilidades.
Mi sobrino se llama Rafael, que quiere decir “medicina de Dios”.


2 comentarios:

  1. Es el momento de que al tio se le caiga la baba con el sobrino, pero me pregunto cuántos litros (de baba) gastará el sobrino cuando sea consciente del tio que tiene.

    ResponderEliminar
  2. MªVictoria 1de agosto de2012 17:47
    ES maravilloso el sentimiento que crea; una criatura tan pequeñina he indefensa, que no querermos que le rose ni el aire. Me ha encantado tus sentimientos, son humanos y de una secibilidad especial como la que tu tienes, esa relacción de sobrino y tio, siempre sera especial

    ResponderEliminar