jueves, 31 de mayo de 2012

31 de mayo. EL ABRAZO DEL ALMA


De vez en cuando, amanece un día “raro”, en el que nada parece ser como habitualmente es. En este caso, he tenido la sensación  como de si el resto del mundo se hubiese detenido, todo ha estado muy tranquilo y he podido dedicarme a estudiar.

En esa serenidad he pasado las horas casi sin enterarme; con el alma envuelta por el abrazo de Dios y ahora, antes de dormir ese calor continúa arropándome.




El día de hoy ha sido un regalo inesperado, que además me ha hecho ver que tengo que buscar ocasiones así con más frecuencia; ralentizar el ritmo de todo para gustar en profundidad el amor… porque los brazos del Señor siempre nos están rodeando, continuamente abiertos, pero nosotros somos los que no nos detenemos de vez en cuando a saborearlo.

Siempre me digo a mi mismo que todo es demasiado importante, que nada puede esperar, porque lo que me reclama sin parar son los asuntos relativos a seres humanos, a mis propios hermanos. Imagino que a todos nos pasa lo mismo, sea cual sea nuestra situación: la familia, la pareja, el trabajo, los estudios… todo parece urgentísimo e imposible de aparcar por un rato.

Lo que tendríamos que comprender del todo –y yo el primero- es que cuando nos detenemos para vivir un tiempo en intimidad con Dios, no nos estamos alejando de ninguno de los afanes de nuestra vida; no escapamos de nada ni nadie, sino todo lo contrario… cuando percibimos y gozamos  la ternura y la intensa pasión con la que nos rodean los brazos del Señor, nosotros mismos estamos abrazando igual a la humanidad entera; su mirada nos  enseña a mirar también a nosotros y nuestro corazón se enciende para poder seguir dando amor.

1 comentario:

  1. q pasada el dibujo...sientes al verlo todo lo q expresas al escribirlo

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