miércoles, 2 de mayo de 2012

2 de mayo. SALIR DE AQUí


Una situación tan difícil como la que casi todo el mundo esta viviendo en la actualidad, hace que muchas personas lleguen a encrucijadas complicadas; en las que hay que decidir entre lo que conviene o hace falta y lo que se cree que es lo correcto…

Más de una vez he atendido a gentes que venían a preguntarme el camino, lo que tenían que hacer. Yo -ningún sacerdote- por mucho quisiéramos, debemos ni podemos asumir esa responsabilidad que es personal, que pertenece sólo a cada uno; pero si trato de escuchar, de ofrecer elementos de juicio.

Puede ser que estemos empezando por el tejado, al intentar salir de esta crisis que vivimos. Es evidente que, para demasiadas familias, lo que urge ahora mismo es el aspecto económico, pero puede ser que, en realidad, lo que más falta nos haga a todos sea fortalecer la cimentación, las raíces sobre las que construimos nuestras vidas.

No veo salida a este callejón oscuro mientras sigamos inmersos en esa mentalidad del sálvese quien pueda; el que no corre vuela; tonto el que no se aproveche del otro, el que no roba, engaña o estafa; la facilidad del camino ancho…

En estos tiempos duros, seguramente, es más necesaria que nunca la generosidad, la misericordia, la honradez, el trabajo, el esfuerzo… aunque parezca que no estén de moda.

Optar por lo que se cree y no por lo que interesa es la única forma de ser auténticamente  libres; aunque eso suponga también que tengamos que apostar.

El riesgo de ser libres puede parecernos más claro y temible, pero no es menor que el que corremos si nos decidimos por “dejarnos llevar” por la corriente… entonces el peligro que corremos no se ve, está disfrazado, pero es el más fatídico de todos, porque siempre nos lleva –irremediablemente- a una forma de muerte: se apaga la esperanza y se congela el amor; nos aislamos en el individualismo y nos condenamos a la soledad de lo superfluo. Nos quedamos sin lo que, de verdad, necesitamos para ser felices.



Pienso que es la única forma de afrontar  y resolver la realidad que nos está tocando vivir, rescatando una serie de valores que se nos estaban olvidando; siendo capaces de vivir de una forma alternativa, diferente a la de la mayor parte del personal; siendo un germen que se vaya extendiendo entre nuestros compañeros, familia, vecinos…. Siendo levadura en medio de la masa.


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