jueves, 29 de septiembre de 2011

28 de septiembre. SER HUMANO

Acabo de tener la gran suerte de asistir a una función del “Circo del Sol”. Siempre había deseado en secreto poder ir, pero nunca había tenido ocasión, está fuera de mi alcance, tanto en cuestión económica como de tiempo libre.



Pero hoy, alguien que me conoce bien, me ha regalado la entrada con motivo de mi próximo cumpleaños; me habían enredado entre unos cuantos, con falsas reuniones, para que la tarde se me quedase libre; así que, sin esperarlo, se ha cumplido una ilusión que llevaba muchos años escondida.



En un ambiente teñido de surrealismo, he contemplado los distintos números embobado y alucinando, como el resto del público: qué armonía, cuanta elegancia, perfecta coordinación… qué derroche de belleza e imaginación por todas partes.



Se podría decir que lo que esos artistas nos han ofrecido era verdaderamente increíble, desde preciosos ángeles renacentistas que compartían su vuelo con los seres humanos hasta un payaso que, en medio de la oscuridad, caminaba por el techo, boca abajo y con un candelabro en las manos.



No he podido evitar el plantearme lo grandes y perfectos que somos los seres humanos, la increíble hermosura de la que somos capaces. Eso sí, siempre a base de trabajo, constancia y sacrificio, que la magia no surge por si sola.



Tampoco se me olvidan los miles de artistas anónimos que andan repartidos por este mundo; aunque sin focos ni trajes relucientes, ellos también pueden continuar caminando y siendo portadores de luz,  aunque la vida se les ponga del revés; hacen equilibrios de amor cada día; llevan ilusión y alegría a los que se les acercan y consiguen también liberarse de todos los lastres que les retienen y volar, ¡volar alto!



Así somos, todos y cada uno de nosotros, así nos creó Dios: hermosos y perfectos; así es también el otro. Merece la pena que, de vez en cuando, nos paremos a saborear todo lo que, en nosotros, hay de único, bello y verdadero; porque hacerlo es detenerse a reconocer, en uno mismo y en el hermano, la presencia de un Padre que nos hizo a su imagen y semejanza.




Y si ya gozamos de esa condición, no digo nada de lo que está a nuestro alcance si, además, nos dejamos guiar por Dios, impulsar por su Espíritu. Junto a Él no importa lo que estemos viviendo o lo incapaces que nos sintamos: todo lo podemos, nada está fuera de nuestro alcance.


1 comentario:

  1. Me alegro que hayas podido cumplir tu sueño.Dicen que es precioso.Yo seguiré esperando a ver si tengo tu suerte.Yo espero paciente, que llegará.Con respecto al video es precioso, tanto lo que dice, como las imágenes.Pero hay que escucharlo en paz y sentir lo que dice.TQ.Bss

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