martes, 12 de abril de 2011

11 de abril. DE PRONTO...

Hoy no sé de qué hablar aquí, francamente…. Ha sido tanto y tan intenso lo vivido hoy, bueno y malo…que me encuentro como un poco bloqueado, como si aún no hubiese procesado el día.
No sé si contar lo sugerente que hoy me ha resultado la palabra de un Dios, que misteriosamente y desde lo más imprevisto  hace llegar hasta nosotros su justicia, una justicia que es siempre misericordia, acogida y perdón.
Podría compartir que hoy he vivido un milagro, de esos cotidianos que transforman lo que podía haber sido una desgracia en bendición; o explicar cómo hemos salido adelante hoy en una parroquia que está patas arriba.
De la misma forma, he tenido muy presente el vértigo de pensar en el peligro, en lo que podría pasar; el saberte muy pequeño, frágil y “de paso”.
Igualmente me gustaría hablar del cariño y el interés que he sentido por parte de muchas personas, conocidas o no; de la gratitud una vez más, de cómo he experimentado, con una intensidad especial, esa familia que somos aquí.
Otra posibilidad sería el reflexionar sobre el dolor que ahoga a las personas que hoy han venido a mí; o del mío propio, que tengo un pié fastidiado y no he podido dejar de moverme… también vendrían a cuento  temas como la duda o las elecciones importantes que hay que tomar en la vida.
Incluso la improvisación dominicana, el tener que responder a lo imprevisto, a las circunstancias tal y como se presentan, la necesidad de decidir, en un instante, qué es lo prioritario; el sentir que no sabes lo que hay que hacer pero que es preciso actuar y rápido….
Pero todo ha sido tan seguido, que casi podría decir que aún no me he enterado bien de nada. Lo único que tengo claro es que la vida es un ciclón de gente, de amor, de problemas, de certezas e indefensión, de fragilidades y fuerzas; que llega como llega y luego se va; que siempre hay salida, que siempre somos capaces de hacer frente, lo que con más certeza he vivido hoy es que –en medio de todo- Dios no nos abandona.

1 comentario:

  1. Para la reflexión, hoy una letra de Jorge Drexler, de su canción: "Tres mil millones de latidos":
    Estoy aquí de paso,
    Yo soy un pasajero,
    No quiero llevarme nada,
    Ni usar el mundo de cenicero.
    Estoy aquí sin nombre,
    Y sin saber mi paradero.
    Me han dado alojamiento en el más antiguo
    de los viveros.
    Si quisiera regresar,
    Ya no sabría hacia dónde,
    Pregunto al jardinero,
    Y el jardinero no me responde.
    Hay gente que es de un lugar,
    No es mi caso.
    Yo estoy aquí, de paso.
    El mar moverá la luna,
    O la luna a las mareas.
    Se nace lo que se es
    O se será aquello lo que se crea.
    Yo estoy aqui perplejo,
    No soy mas que todo oídos
    Me quedo con mucha suerte
    Tres mil millones de mis latidos
    Si quisiera regresar
    Ya no sabría hacia cuándo
    El mismo jardinero debe estarselo preguntando.
    Hay gente que es de un lugar
    No es mi caso.
    Yo estoy aquí
    Yo estoy aquí, de paso.
    Yo estoy aquí, de paso.

    ResponderEliminar